Buscar este blog

lunes, 11 de abril de 2011

No agrandarse, por favor

En los últimos meses, o bien, años, me he dado cuenta de que existe una nueva ola de jóvenes que están cambiando su manera de comportarse desde un punto de vista específico. Esta nueva "corriente" de pensamiento se dirige hacia la inevitable adquisición de la idea de que son unos intelectuales en materia política, cultural, económica y social. Me parece muy marcada esta nueva era de muchachos entre 15 y 20 años principalmente, de ambos sexos, que procura informarse en algunos medios para poder contarlo entre sus amistades. No es algo malo, se están informando y están teniendo maneras diferentes a las de antes para interactuar y darse a conocer entre sus grupos sociales. Sin embargo, el origen, así como el objetivo de este tipo de personas, al hacer ésas cosas, es lo que me parece un poco vacío y digno de analizar.

Primero que nada, al ser el que escribe esto, debo decir que realmente no estoy muy informado acerca de nada. Procuro utilizar algunos medios, tal vez básicos, para tener una idea general de lo que pasa en el mundo, pero es un hecho que no soy un experto en un tema específico, es decir, se lo que pasa pero no detalladamente. Eso sí, procuro no casarme con alguna fuente de información o con los mismos informadores, consigo información de diferentes lados, de diferente tipo y sabiendo siempre que es probable, muy probable, que esa información haya sido manipulada de alguna manera y con algún interés específico. La idea es que, como lo he mencionado en otras entradas, no soy un experto en absolutamente nada, solamente opino en casos que llaman mi atención, como es éste el caso.

Debido a mi edad, principalmente, como a otros diversos factores como el medio en el que me encuentro, mi familia y demás, suelo tener contacto con varios tipos de jóvenes entre los 10 y 20 años. Es impresionante como, a pesar de que no es tanta la diferencia de edades y yo también soy un joven, poco a poco te vas dando cuenta de que cada día hay más información y estas personas cada día están más informadas y saben más acerca de más cosas. Ya hay gente mas joven que conoce más cosas y se preocupa mucho más por tener conocimiento que lo que había o hay en mis tiempos, y que decir de los que son aún mayores. Es obvio que no es algo general, cada edad, cada persona tiene lo suyo y cada uno tiene atributos y debilidades.

Sin embargo, me he dado cuenta también de que hay una "falla", por llamarle así, en el objetivo que los lleva a conseguir información, y lo peor, hay un gran error en la manera que muchos la consiguen, es decir, en las fuentes. Es brillante, muy satisfactorio ser participe de la evolución de las generaciones. Más aún cuando estamos expuestos a tanta porquería y nos atacan constantemente con lo peor, buscando manipular nuestras ideas con el fin de vendernos algo. Pero, a pesar del gran acierto que significa mejorar en este aspecto, el hecho de hacerlo basados en la idea de encajar, de presumir o de sentirse conocedores de algún tema, incurrimos en un severo error que a veces puede tener consecuencia en algo peor que la ignorancia. Porque es un problema grande pretender saber todo sobre algo o todo sobre todo, pues nos cerramos a más conocimiento, nos casamos con una idea, una fuente información o nos creamos el concepto de superioridad, que obviamente es muy equivocado. A veces, eso resulta peor que no saber absolutamente nada.

El punto es que, existe un número creciente de jóvenes que están logrando obtener información de diferentes temas y que en lugar de tomar lo mejor de ello, están buscando sentirse expertos en materias que la verad es que desconocen. Tan sólo por ser espectadores de programas de televisión en los cuales debaten intelectuales o de revistas que hablan de política, o por ver noticias todos los días, creen que saben más que cualquier otra persona y hasta llegan a minimizar a los demás. Creo que es algo excelente que procuren seguir medios como los mencionados, en lugar de ver programas varios que atacan el intelecto, o leer cosas que sólo buscan vender, pero falta esa parte en la que entienden que por hacerlo no son unos eruditos o que son superiores a alguien más. Es decir, carecen de algo que les muestre que simplemente están informándose pero que siempre hay más por conocer, que jamás tendrán toda la información aunque si deben buscar tener más. Y que el fin de esa búsqueda, debe ser mejorar como personas y en el momento en el que puedan, explotar ese conocimiento para ayudar o ayudarse.

Entonces, mi idea es que, todos debemos seguir informándonos, es lo mejor que podemos hacer, sin embargo, debemos definir bien porqué lo hacemos y para que lo vamos a utilizar. No nos equivoquemos, estamos haciendo algo bueno al buscar estar informados y conocer más, pero no somos ningunos expertos, ningún programa de TV nos hace unos conocedores en ninguna materia y jamás tendremos toda la información. Además, debemos ser selectivos y cuidadosos con las fuentes de información a las que recurrimos y jamás casarnos con alguna, pues puede resultar peligroso. Continuemos mejorando, pero jamás creamos que somos los mejores.

sábado, 2 de abril de 2011

Apendejando a la juventud

Hay demasiadas opciones en el mundo para satisfacer cada cosa que venga a la mente. Es un hecho que el gusto se rompe en géneros y que cada quien puede elegir lo que mejor lo parezca y nadie debe ser criticado por esa elección si no afecta a alguien más. También es obvio que generalmente no se respeta esa variedad de opiniones y gustos. Nos pasamos la vida criticando lo que no es de nuestro interés y lo que no consideramos adecuado, no dejamos de molestar a quienes piensan de una manera diferente o requieren de factores diferentes a los nuestros para tener momentos felices.

Algunos disfrutan criticando por criticar, otros simplemente otorgan puntos de vista. A mi parecer, puedes opinar, cosas buenas o malas acerca de algo, siempre y cuando sepas bien que no es necesario que tengas la razón y que lo que expones es simplemente un ángulo muy propio de una situación.

Habiendo dicho esto, diré mi opinión acerca de un tema que llama mi atención, sin embargo, no pretendo creer que lo que digo es una verdad o que estoy en lo correcto, simplemente es un punto de vista totalmente propio que no busca ofender a nadie ni mucho menos. Una simple idea, que a mi manera de ver es razonable pero que, como dije, es tan solo una opinión.

Durante mi infancia, la cual viví a tope y realmente tengo muy buenos recuerdos, fui participe de muchos medios de entretenimiento. Es decir, me tocaron varias cosas que me divertían y que hasta la fecha considero interesantes. Caricaturas, programas varios de TV, juegos, etc. generaban entretenimiento continuo que hasta la fecha recuerdo. Obviamente no todo, pero si algunas cosas. Ahora que soy un poco más grande, no sin antes mencionar que simplemente soy un joven que medio he hecho algunas cosas pero nada brillante y que no me considero para nada maduro o sabio, pues es un hecho que no lo soy, pienso en ese entretenimiento, es más, lo vuelvo a apreciar, lo vuelvo a ver, escuchar o tocar y aún entiendo porque me entretenía. Obviamente encuentro muchas cosas totalmente irracionales, exageradas o sin sentido, pero igualmente divertidas de una forma que para mi es suficientemente inteligente para niños, con una base bien planeada e historias que de verdad siguen una secuencia o están fundamentadas en historias mínimo bien pensadas. Caricaturas como Caballeros del Zodiaco, Dragon Ball, Fly y demás son sólo un ejemplo de lo que antes, a los niños, nos divertía.

El punto en todo esto, es que ahora, unos años más tarde (no mucho), a veces pongo la televisión, veo los libros que tienen éxito, rotundo, que se convierten en bestsellers o que forman la cultura moderna, que no digo que no tengan nada bueno o que en serio sean una porquería, sino que carecen totalmente de una base. No niego que hay muchas cosas que te hacen reír, que puedes ver y hasta disfrutar, pero ya no tienen fundamentos, ya no tienen una historia detrás y ya se preocupan mucho más por vender que por dar algo de calidad. No es algo anormal, el negocio siempre es primero, pero no entiendo porqué no hacer negocio con algo que también pueda valer la pena, que pueda ayudar a los objetivos de mercado de estas empresas a mejorar en algún aspecto, aunque sea mínimo, pero que ayude.

Mi idea se basa en el hecho de que, en la actualidad, las cosas son tan poco pensadas, dejan de ser fantasiosas para pasar a ser ridículas. En cierto modo, siento que atacan al intelecto de los espectadores. Desde libros como los de la Saga Crepúsculo hasta programas tan aberrantes como "La rosa de Guadalupe", tienen un contenido tan pobre que me provoca, más que tristeza, preocupación por el éxito que tienen. Lo que es aún peor, los fanáticos de este tipo de entretenimiento al que me refiero, adoptan personalidades, frases, modos de vida, imagenes, etc. de estas películas, programas o libros hasta el punto de imitarlos, aún cuando lo que imitan está vacío, sin esencia o personalidad.

Yo no me caracterizo precisamente por ser un lector asiduo o algo por el estilo, de hecho he leído poco, y muchas veces no me ha gustado lo que leo. Lo que me ha tocado leer que me gusta o que lo leo por mi impulso, resulta ser todavía un porcentaje menor. Entonces, yo no soy un experto, ni siquiera un conocedor de géneros y demás, tampoco puedo decir que algo está realmente bien escrito, basado en reglas literarias o algo así. Yo sólo creo que si debe haber una historia, un fondo, algo que mueva a contar una historia, más allá de un negocio.

Lo malo, es que ahora, gracias a este tipo de empresas que proveen a los demás de tantas cosas de baja calidad, han acostumbrado a sus mercados a lo más bajo. A darles lo que ellos quieren y no lo que el consumidor necesita. Ya no existe preocupación por el bien de las personas, por su crecimiento, ahora todo es acumular dinero. Entonces, le dan lo que sea a las personas, y ellas lo reciben con gusto y lo hacen un negocio.

No cabe duda, hay muchas cosas para muchos gustos, y no se debe criticar, mucho menso si no lo conoces del todo, pero si se puede tratar de ayudar a alguien más o darle una opinión si estás viendo que está consumiendo algo que no le beneficia en nada. Es verdad, el entretenimiento generalmente es solamente una manera de atraer el ocio, pero no por ello, puedes dejar que lo que utilizas para distraerte sea tan falto de ideas, tan vacío. Porque hay opciones que también son buenas y que pueden mejorarte.

En fin, cada quien hace lo que desea y más si no afecta a nadie, sólo pienso que, actualmente, la mayor parte de lo que tiene fama, de lo que tienes millones de fanáticos, es una verdadera burla hacia las personas. Una ofensa, porque se escudan en la palabra entretenimiento para proveer cosas que cada vez tienen menos calidad. No es por criticar insisto, yo no soy absolutamente nadie para criticar o decir que algo malo, pero definitivamente pienso, como una opinión, que películas como Crepúsculo y sus secuelas, los pequeños Fockers, La rosa de Guadalupe, los programas de Laura, Niurka o Rocío Sánchez Azuara, solo lastiman, pues no provocan nada bueno, sólo lucran con las debilidades de los demás y no te generan ninguna mejora o un tiempo realmente de calidad. Hay más cosas, más opciones, que seguramente pueden divertir más, así como hay infinidad de tipos, estilos, géneros, artistas, en música, que puedes escuchar antes de escuchar a Justin Bieber y hasta ir a ver la película de su vida. Vaya broma, una película de la vida.. ¿cuántos? ¿15, 16 años?... Seguramente será una inspiradora historia. Pero bueno, yo quién soy para juzgar, si no me pierdo un capítulo de Bob Esponja.


viernes, 1 de abril de 2011

Un buen momento con tráfico y calor

Hoy aprendí algo. No soy de los que pasan la vida diciendo que el mundo es bueno, de los que engrandecen una acción individual para sentirse esperanzados acerca de la bondad de los humanos. Tampoco me siento una persona ejemplar, ni mucho menos, como para juzgar buenas o malas acciones de los demás. De hecho, sólo me fijo en algo cuando me llama la atención. Hoy sucedió eso. Dejando claro que no tengo ninguna intención de encontrar héroes o figuras, contaré algo que me tocó ver.

Me encontraba manejando sobre una avenida repleta de coches, con un insoportable calor, con dirección a mi casa. Acababa de ir a comer con amigos. Estaba repleto, tanto de alimentos como de calor y de autos. Avanzaba muy lento, veía muy lejos mi casa, me empezaba a hartar mi música, situación muy probablemente causada por los factores antes definidos, pues mi lista de canciones se llama "Mis éxitos", por lo tanto, no hay mucha lógica en que pueda molestarme esa serie de canciones. En fin, entre descuidados conductores y el excesivo número de personas con carro, esos más de 15 minutos habían sido realmente terribles.

Siguió pasando el tiempo, tal vez 15 minutos más. En la pequeña ciudad en donde vivo, estar media hora en una misma avenida es señal de un tráfico incontrolable. Pues así era. Sin embargo, por fin me iba acercando a mi casa, tal vez harían falta otros 15 minutos, pero sin duda, ya había pasado la mitad del tiempo que tardaría. Me encontraba en un semáforo, los conductores no dejaban de pitar por cada distracción de otros. A mi no me gusta pitar, de hecho no me gusta el ruido, a menos que sea de la televisión cuando duermo por la tarde. En la noche tampoco me gusta ese ruido, sólo en la tarde.

De repente, en el antepenúltimo semáforo antes de llegar a mi destino, o tal vez un poco más, pero no me sé la palabra que describe a lo que va antes del antepenúltimo, esa serie de pitidos comenzó a ser mucho más persistente. Era un concierto de claxons, de todos los tipos, desde el chillón hasta el más grave, con musiquita como de reversa o con un simple "pum". Definitivamente estaban de acuerdo en algo, es decir, le pitaban a alguien o algo en especial. Cabe mencionar que delante de mi, venían unos militares en su transporte que es como una fusión entre camioneta y tanque. Me preocupé, pues pensé que se iban a a poner a lanzar balazos, como suelen hacerlo, pero no fue así. La causa de ese tremendo festival de pitidos, era un taxi (que raro) que se había parado casi a media calle de un carril que tenía el "siga" en el semáforo.

A mi no me afectaba que se parara ahí, yo estaba en otro carril que no podía avanzar, pero no puedo negar que el ruido me había desesperado. No iba a contribuir, pero claramente vinieron a mi mente una gran cantidad de insultos que no salieron de mi cabeza pero que la llenaron. No podía alcanzar a ver que era lo que lo había hecho detenerse de forma tan inoportuna, ni me importaba mucho, pensé que seguramente estaba recogiendo o dejando a alguien, total, ellos siempre se paran donde quieren. En ese instante, la luz verde en el semáforo que a mi me interesaba, prendió, por lo tanto, comencé a avanzar. Esto hizo que me acercara al taxi en cuestión, pues seguía ahí parado, y los demás seguían pitando. Por fin logré ve porque estaba ahí a media calle. No había conductor. Pensé en la irresponsabilidad del señor que manejaba ese taxi, justo en ese momento, giré un poco más mi cabeza y vi que la realidad es que alguien se estaba bajando del taxi, lentamente y con ayuda de otra persona. Era un anciano, de unos 90 años fácil. Con mucha dificultad para caminar, aún ayudado por su bastón. Un señor, de unos 50 años, lo ayudaba a bajar, al ritmo que el señor podía.

Por fin terminó, debido al mencionado tráfico pude ver toda la escena, tampoco es que durara 20 minutos, pero sí unos 4. Que para los otros conductores "afectados" parecían ser vitales. El punto es que el anciano bajó totalmente del taxi, casi cargado por el otro señor, lo llevó hasta una parte más segura de la banqueta, cerró la puerta del taxi, rodeó el mismo y se subió. En efecto, era el taxista. No respondió a ninguna ofensa, pues muchos, a pesar de que veían la situación, lanzaban toda clase de insultos al conductor. Simplemente arrancó, no dijo una palabra y se fue.

Y sí, suena un poco mamón, pero hoy aprendí. Puedes ser taxista, sin despreciar pero asumiendo que una buena cantidad de ellos suelen ser un poco cafres, y aún así puedes ser diferente. Puedes hacer las cosas bien o mal, pero no por ello serás bueno o malo. No importa si tienes un mercedes muy bonito, como el que estaba a tres autos del taxi, porque igual puedes no tener educación y no dejar de insultar a alguien que deberías admirar. No importa lo que seas, pero puedes hacer cosas que ayuden a los demás, simplemente respetando y sabiendo que aún cuando somos un tanto insignificantes en un mundo tan diverso, tenemos cierta responsabilidad que a la vez nos puede traer felicidad. Porque estoy seguro, que al momento de preocuparse por ese anciano, a pesar de recibir esa variedad de insultos, ese taxista se fue con una sonrisa, física o sentimental, gracias a que ayudó a alguien que lo necesitaba.

No es un sermón, porque ni sé darlos ni me interesa saber. Tampoco es una lección, ni un ejemplo. Mucho menos soy un gran escritor que busca establecer una corriente ética. Es una simple historia que me llamó la atención y que quise compartir. Una de muchas, tanto buenas como malas, que te toca vivir en cualquier lado al que vas. Eso es todo.